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Estaba
escuchando tango en una esquina, pensando, reflexionando, simplemente
observando, como lejos de este mundo, pero al mismo tiempo tan cerca
de él, tan cerca de sus cosas hermosas, del cantar de los
pájaros, del mecerse de los árboles, del reir de los
niños en el parque, del pasar de la gente; tan cerca y tan
lejos de este mundo.
Asi te pone el tango, cuando llora el bandonéon, cuando se
lamenta el violín, y asi te pone también la piel y
dan ganas de regresar a Argentina.
No venían las ideas y de repente se me atraviesa este tango
y me da por escribir, que no se acabe, que siga llorando el bandoneón
para que la pluma se suelte que no es más que la expresión
del alma que con la música se va a rienda suelta.
Te veo dibujada con el compás del tango… a quien.. a
ti mujer, a ti…
Te veo tan triste, pero tan complaciente con el sentir de la música…
a quien.. a ti, tierra mía, a mi patria, a la de todos, Latinoamérica
tan sufrida…
Te
veo tan feliz, cuando escucho la música, tan rítmica,
tan sensible… a quien.. a ti mi herencia, mi familia…
Mi
familia es tango, es cueca, es flamenco, es son y es bolero….
Cada vez que los pienso, mi pensamiento tiene ritmo, o será
que cada vez que siento ritmo en la sangre pienso en ustedes...¿?...
Salud !!
Sergio González Rubiera
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