"Sale,
loco de contento con su cargamento para la Ciudad"
así
empieza esta alegre por armoniosa, pero triste por su contenido,
canción que habla del Indio que sale a vender sus mercancías
y triste regresa el Gibarito porque nadie quizo su carga comprar,
ante la situación económica que prevalece.
La escucho y me hace pensar en las cosas que vivimos a diario, en
los amigos que se quedan sin empleo, en los hermanos, en nuestra
actual crisis y en lo duro que es a veces salir a ganar el sustento.
He visto muchas familias y varias parejas de amigos desintegrarse
a causa de los temas económicos, y es en verdad muy triste.
Es triste comprobar que a pesar de las trilladas expresiones de
amor y comprensión mutua, cuando no hay lana, parece olvidarse
todo y aflora el desánimo, la incomprensión, la "incompatibilidad
de caracteres" e incluso los verdaderos sentimientos de rechazo
guardados a veces por mucho tiempo, hasta que en medio de las crisis
económicas casi siempre, estos salen a flote.
Que pena que sea el dinero el que separe a las parejas y a las familias,
tanto por la existencia como por la ausencia de este. Que triste
que se abandonen afanes, anhelos y sueños, cuando lo material
se impone o cuando la ansiedad hace presa de los seres humanos.
Todos tenemos nuestros problemas y nuestros compromisos, todos de
distinta dimensión, todos de distinto alcance. Algunos están
"atorados" con creditos millonarios, otros tienen en riesgo
el patrimonio con creditos hipotecarios; otros enfrentan crisis
emocionales ante la falta de empleo, algunos simplemente enfrentan
el reto diario de la colegiatura, la tarjeta de credito o el mantenimiento
de la casa, y todos también tienen diversas formas de enfrentar
la situación y reaccionar ante el embate. Lo cierto es que
serán nuestros valores, nuestra estabilidad emocional y el
amor por la familia, lo que nos permita salir adelante de la mejor
manera.
Yo saludo a todos mis amigos que me envían sus correos cada
semana, los que me hacen reir, los que me envían su hoja
de vida, los que leen mi columna, los que me invitan a su casa,
los que no me invitan pero se acuerdan de mí, los que viven
lejos de aquí, y les exorto a que no se desanimen, esto es
pasajero, y que tratren de fortalecer y unir a la familia.
Saludo también a los empresarios exitosos, a mis amigos los
Gerentazos, a los funcionarios y a los jefazos muy "chiplocudos",
que satisfactorio conocerles y saber que son exitosos, que padre
contar con su amistad, su consejo a veces y saber que están
ahí, a ellos les diría también, no se olviden
de la familia y de los cuates claro, como mi buen Fer, siempre atento
a la amistad.
Y finalmente saludo desde este espacio a mi familia, a mi querida
Madre, a mis hermanos, a mis cuñados, a Maxito y su lancha
nueva, a Alex, la Colombiana y sus Pareos, a mis sobrinos y sobrinas,
a mi compadrito, a mi Sergio el Seleccionado Nacional, orgullo de
Cancún, a mi Marchelo, a Alan, a Lester y desde luego a la
dueña de la quincena, o bueno a lo que queda de ella (de
la quincena) a Margarita, mi compañera, aunque se ponga tan
tensa en estos días, de todos modos te amo ¡!...
Viva la Familia, eso supera a la Crisis. Cualquier comentario con
esta columna que sortea la crisis, favor de dirigirlo a: sgrubiera@acticonsultores.com
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