Sorprendente,
además de sumamente interesante ha resultado mi investigación
acerca de la vida de este hombre de origen Ruso llamado Yuri
Valentinovich Knórosov, a quien se le atribuye y con
todos los méritos del caso, el haber descifrado la
escritura jeroglífica de los antiguos mayas y con ello
haber contribuido de manera notable a que investigadores,
arquéologos, lingüistas y estudiosos del mundo
maya puedan entender hoy mejor que nunca antes, a esta ancestral
cultura.
Sin embargo los méritos del Dr. Knórosov le
fueron reconocidos bastante tarde y practicamente pasó
la mayor parte de su vida sin distinción alguna por
tan tremenedo hallazgo.
Diversas son las biografías que encontré de
tan interesante personaje, como diversas son las versiones
acerca de fechas y acontecimientos en torno a su vida, así
que trataré de hacer un resumen para mis ocho lectores
de todo lo que pude recoger.
Casi todas las versiones coinciden en que Yuri V. Knórosov
nació en Ucrania el 19 de Noviembre de 1922 y que apenas
a la edad de 17 años lo sorprendió y atrapó
la Segunda Guerra Mundial, ya que tuvo que participar, fusil
en mano con el Ejército Rojo, lo que lo alejó
de sus estudios de violín en su tierra natal.
Cuando el ejército Ruso invade por fín Alemania,
hacia el final de la guerra, Knórosov atestigua con
estupor como se incendiaba la Gran Biblioteca de Berlín
y amante de las letras que era, se aventura valientemente
al rescate de algunos libros, habiendo logrado conservar dos
textos que cambiarían su vida para siempre; "Relación
de las Cosas de Yucatán", escrito por Fray
Diego de Landa, primer Obispo de Yucatán y al parecer
lo que sería una reproducción de el Código
de Dresde, con el maravilloso legado de los códices
mayas. Las diversas versiones sobre la biografía de
Knórosov son imprecisas al señalar si éste
era lingüista antes, o si el magnífico legado
que tenía en sus manos lo motivó a convertirse
en lingüista al regresar a la Unión Soviética.
De cualquier manera, es que a partir de sus conocimientos
sobre lenguas, el Profesor Sergei Aleksandrovich Tokarev,
profesor del entonces jóven Knórosov, le propone
que se de a la tarea de descifrar la escritura maya, reto
que el joven acepta bajo la premisa que el mismo Knórosov
sostenía de que "lo que fue escrito por
la mano del hombre, puede ser descifrado entonces por otro
hombre". Y es así como empieza con una
ardua y minuciosa tarea de investigación que le llevaría
años.
La base de su trabajo para descifrar la escritura maya serían
los textos de Diego de Landa, que contenían lo que
para entonces se creía era el alfabeto maya, aunque
más tarde gracias al trabajo de Knórosov se
demostrara que en realidad era un silabario y no un alfabeto.
Los estudios comparativos en lingüística de Knórosov,
le permitían inferir que invariablemente, todo pueblo
que comienza a escribir, transita en pocas décadas
de lo logográfico a lo fonético (que tiene sonido),
y en vista de que los mayas habían escrito durante
siglos, no tenía por que ser diferente con ellos.
Knórosov
demostró que las palabras mayas usualmente se deletreaban
con la combinación de dos sílabas consonantes-vocales,
y que la vocal de la última sílaba se eliminaba.
De esta manera, la palabra tzul para "perro" se
escribía tzu-lu.
Nuestro
sistema también se basa en signos fonéticos,
pero en comparación con el Maya es mucho más
sencillo, ya que consta de solo 27 símbolos o letras.
En contraste, los Mayas cuentan con más de 800 símbolos,
los cuales representan no una letra sino una sílaba,
por lo que se le llama Silabario y no Alfabeto como el nuestro.
Además, mientras una letra de nuestro alfabeto puede
representar solo un sonido, los escritores mayas podían
seleccionar de entre muchos signos diferentes para representar
un sonido. Así también, muchos de los glifos
son polivalentes y tienen uno o más significados.
Este
hallazgo es la causa fundamental de que Yuri Knórosov
estuviera casi en el anonimato por tantos años, ya
que esta teoría contrastaba radicalmente con las conclusiones
de quien por entonces fuera considerado uno de los más
importantes y reconocidos mayistas del mundo, Sir Eric S.
Thompson, arqueólogo Inglés quien hubiera publicado
desde 1950 una obra en la que negaba categóricamente
el fonetismo en la escritura maya.
El anuncio en 1952 de Knorosov acerca de su teoría
del fonetismo maya, fue de inmediato descartado por Thompson,
quien calificara los trabajos del lingüista Ruso como
"propaganda comunista". Las distintas versiones
coinciden en que el mundo occidental inmerso en los efectos
psicológicos de la llamada "Guerra Fría",
se sumaría al rechazo del mayista más respetado
de la época, con lo cual se destinaba a Knorosov al
olvido indefinido.
A pesar de ello, la Unión Soviética publica
por primera vez los trabajos de Yuri Knórosov en 1963,
de manera modesta, sin mayor relevancia y sin que fuera noticia
para el resto del mundo.
Tras la caída del muro de Berlín en 1989, y
el fin del régimen comunista en la antigua Unión
Soviética, finalmente en 1991 a la edad de 69 años
Yuri Valentinovich Knórosov puede por fin salir de
su País para visitar Guatemala, en donde el Gobierno
de ese País le reconociera con la "Orden del Quetzal"
por sus aportes en el Estudio de la Cultura Maya.
Interesante resulta el destacar, que permaneciera por muchos
años el debate y la disputa entre las teorias de Sir
Eric Thompson y los trabajos de Knórosov, y de otros
que luego se sumaran a la teoría del fonetismo. Si
bien es cierto que Sir John Eric Sidney Thompson, fuera radical
en sus argumentos y en cierta medida intolerante, debe atribuírsele
también el mérito de largos años de estudio
a la cultura maya y sus vestigios arqueológicos, que
claro a diferencia del lingüista Ruso, el caballero inglés
contaba con los apoyos de la Corona.
Aunque anecdótico, resulta de interés contarle
que Michael D. Coe, otro gran mayista relatara que previo
a su muerte Thompson seguía escéptico frente
a la teoría de Knorosov e incluso le diría algo
como "usted vivirá más que yo, para darse
cuenta quien tuvo la razón; si ese maldito Ruso o yo".
Hoy sabemos que la teoría del fonetismo Maya está
probada y que Knorosov tenía razón.
Previo a su muerte en 1975, Sir Eric Thompson fue nombrado
Caballero por la Reyna Elizabeth II. Sin duda, Thompson y
Knorosov, fueron los dos grandes epigrafistas de la cultura
maya en el siglo XX.
En 1994, el Gobierno de México condecoró a Knórosov
con la "Orden del Águila Azteca",
misma que recibió en la Embajada de México en
Moscú y según distintas versiones, aunque todas
difieren en algo, el Dr. Knórosov visitó finalmente
nuestro País en 1995. A partir de entonces el escenario
cambia para el lingüista Ruso, ya que diversas personas
e instituciones preocupadas por la cultura y la historia se
interesan en su vida y su obra, aunque lamentablemente el
hombre ya estaba mermado por la edad y la salud.
Entre las instituciones que se preocuparan por el rescate
de los trabajos de Yuri Knórosov conviene destacar
al Grupo XCARET, orgullosamente Mexicano y Quintanarroense,
que en conjunto con el apoyo de la Universidad de Quintana
Roo, publican el Compendio Xcaret de la Escritura Jeroglífica
Maya, descifrada por Yuri Valentinovich Knorosov,
en edición de lujo en 1999, con el cuidado profesional
de la Dra. Patricia Rodríguez Ochoa, destacada historiadora
mexicana. El patrocinio de XCARET, le permitió a Knórosov
conformar un grupo de trabajo que luego de un año concluyera
con lo que hoy es sin duda, una de las obras más importantes
en la investigación de la cultura maya.
Ese mismo año de la publicación, Yuri Knorosov
yacía en la fría cama de un hospital en Moscú,
víctima al parecer, de un derrame cerebral, que se
complica con una neumonía, ya que según cuentan
algunas versiones, lo dejaron inhumanamente solo en un helado
pasillo de hospital, lo que le provocara la muerte.
Yuri, no pudo ver su gran obra publicada en versión
de lujo y con todos los honores del caso, pero cuentan que
al menos, Galina Ershova su fiel asistente, le dijo al oído:
"Doctor, su obra ha entrado hoy a la imprenta";
luego de eso, murió, era el 31 de marzo de 1999.
"Esta es la relación
de cómo todo estaba en suspenso, todo en calma, en
silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la
extensión del cielo.
Esta es la primera relación, el primer discurso. No
había todavía un hombre, ni un animal, pájaros,
peces, cangrejos, árboles, piedras, cuevas, barrancas,
hierbas ni bosques: sólo el cielo existía.
No se manifestaba la faz de la tierra. Sólo estaban
el mar en calma y el cielo en toda su extensión.
No había nada que estuviera en pie; sólo el
agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había
nada dotado de existencia."
Del Popol-Vuh.
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