Cumplimos tres años de Al Buen Entendedor por Sergio Gonzalez Rubiera

Con el inicio de este, se cumplen tres años de esto que hemos llamado "Proyecto Editorial Al Buen Entendedor".

Hemos criticado a los políticos, especialmente a los Presidentes Municipales y la triste herencia que nos van dejando a su paso, unos más que otros, pero casi todos lamentables; al Estadio del Atlante y sus incongruencias y eventualmente a algunas esferas del Gobierno Federal. Hemos hablado de promoción turística, de sus bemoles, de sus aciertos y desaciertos, hablamos en este espacio de calidad en el turismo y de la enorme importancia de la planificación, tema que en lo particular me apasiona.

Repetidamente he sostenido la enorme necesidad que para nuestros destinos reviste el desarrollo de producto e infraestructura antes que la promoción; recientemente abordamos también el tema del marketing por internet que hoy por hoy se convierte en fundamental e imprescindible para la promoción de los destinos y el inminente declive de los tour operadores y las formas tradicionales de reservar de los viajeros. El turismo sin duda ha ocupado un lugar de privilegio en este espacio.

Largo espacio le ha dedicado también el Buen Entendedor, a la querida Sudamérica y sus países. A la riquísima gastronomía del Perú, a los paisajes y estrechas amistades de Colombia, al Ecuador, Bolivia, Argentina y desde luego a Chile y sus magníficos vinos.

Especiales espacios ha ocupado el arte culinario y los placeres de la buena mesa; referencias a la querida Chaine des Rottisseurs, a la magia de los chefs y entre ellos al gran Gastón Acurio en el Perú.

En esta columna se ha señalado, lo mismo a la discoteca que sirve bebidas alcohólicas a menores de edad, al empresario telefónico que no tiene estacionamiento para sus clientes, al periodista que sin fundamentos ha dicho que hay nieve en las playas mexicanas, o al funcionario irresponsable que no nos ha informado adecuadamente lo que era menester.

Pero esta columna se ha puesto romántica de cuando en cuando, y me ha permitido el placer de saludar a mis hijos, mis amigos y mi querida compañera.

Particularmente interesante resultó la reacción emotiva de mis ocho lectores a la carta enviada a mi hijo cuando partió de casa, para incorporarse a la vida universitaria y que me permití publicar. Interesante también atestiguar que algunos títulos como "Grafiti, arte o Vandalismo" hayan tenido nutrida recepción.

Recientemente se publicó "A mi Abuela", que no esperaba tuviera tan buena acogida y que aún ahora sigue siendo motivo de comentarios positivos con amigos que me encuentro en la calle; así también "La Escritura Nocturna" que en un alarde de romanticismo me atreví a escribir para la familia sin esperar que un día fuera del dominio público.

Y que decir de la música; le dedicamos tiempo y energía al Jazz, al buen Héctor Infanzón, a Jean Agarrista y a los deleites que nos ha dejado el Festival de Jazz de la Riviera Maya.

El deporte no ha estado ajeno en el Buen Entendedor, especialmente cuando se trata de los espacios que ha perdido y que merece nuestra juventud. En este tenor aprovechamos para criticar a los ratones verdes cuando ha sido menester y así también para enaltecer los logros de nuestros jóvenes en otras disciplinas.

Así pues, Al Buen Entendedor, se ha convertido en un espacio de expresión, no solo para quien esto escribe sino también para mi amplísimo público conformado por ocho lectores que no solo me hacen el favor de leer mis entregas, sino que se toman la molestía de enviar correos electrónicos, escribir en los Blogs, y alguno que otro de vez en cuando darme una llamada al teléfono móvil.

Gracias a todos ustedes amigos por seguir este espacio y por enviarme sus comentarios que siempre me enriquecen y animan a seguir plasmando mi visión por este conducto.

Gracias también a los editores que me favorecen amablemente al publicarme en sus medios.

Espero que este 2010, sea suficientemente fértil en ideas y que la claridad no me abandone para seguirle llevando a mis ocho lectores los atinos y desatinos, lo romántico y lo simpático, lo sesudo y lo simplón de la política, el turismo, la familia y nuestra sociedad.

Gracias !!

Cualquier comentario con esta joven columna que hoy cumple tres añitos, favor de dirigirlo a: sgrubiera@acticonsultores.com