Mis ocho lectores saben que llevo años manifestándome al respecto de la publicidad espectacular y de los cientos de anuncios, letreros y letreritos que nos invaden por doquier. Mi columna en la por desgracia desaparecida sección de opinión en Novedades de Quintana Roo, dio cuenta de ello varias veces, así como también abordo el tema en un par de mis libros. Es decir, que el tema no me es ajeno y hasta parecería trillado, pero vale la pena retomarlo una vez más, hoy que al parecer, la autoridad municipal finalmente ha decidido poner manos a la obra, luego de que le hiciéramos tremenda presentación en el seno del Consejo Coordinador Empresarial, que al parecer sacudió algunas conciencias.
En el caso muy particular de la zona hotelera de Cancún, el tema es de la mayor relevancia, ya que ésta representa el patrimonio de este destino turístico; es de la zona hotelera y de su atractivo visual de donde todos vivimos, es de esa pequeña franja plagada de hoteles, playas por fortuna, y establecimientos turísticos de donde se deriva una parte muy importante del desarrollo económico de también buena parte del Estado de Quintana Roo; es de la zona turística de este destino de donde viven no solo miles de trabajadores y sus familias, sino proveedores de insumos de todo tipo que tienen en el sector turístico a su único consumidor.
Es por todo ello que la imagen y apariencia de la zona hotelera debe ser una prioridad para todos, ya que ello se convierte sin duda en factor de competitividad.
Lamentablemente la falta de autoridad municipal por más de diez años en Cancún en el tema de regulación de la imagen urbana, como en otros tantos, ha hecho que el deterioro haya ido en un aumento gradual, hasta llegar al punto en el que nos acostumbramos a ese paisaje y aprendimos a convivir con él. Es cierto que hay sitios hermosos, jardinados y bien cuidados a lo largo de la zona hotelera, y que Fonatur ha hecho un enorme esfuerzo por mantener en el mejor estado posible, luminarias, mobiliario urbano, jardines y camellones, entre otros muchos elementos, pero también es verdad que nos han invadido los letreros, los espectaculares, las estructuras abandonadas y para colmo lotes y edificios en total abandono. No exagero eh, ahí tiene usted el mamotreto de Pepe Tiger, un edificio de piedra, horrible, sucio, abandonado y ahora plagado de carteles que anuncian que se vende o se renta. Y avanzando un poco más, lo que otrora fuera La Farándula y hace muchos años el Bombay Bycicle Club, para los que se acuerden de esa época, hoy es un inmueble que parece de una zona en guerra, o que hubiera sufrido un terremoto, medio oculto por horribles vallas de lamina cubierta por publicidad de grandes marcas.
Y Punta Cancún, ahí tenemos de todo, desde el abandonado, sucio, horrible y mal diseñado Party Center que solo a un loco se le puede haber ocurrido construir ahí, pasando por las discotecas que se han apoderado de la zona en mal plan, hasta los cientos de módulos de “información turística”, muchos de ellos de muy dudosa reputación, lonas de todo tipo, pantallas luminosas que agreden a la vista, invasión de la vía pública y mucha basura entre otros males.
A este terrible escenario hay que agregar los letreritos que se multiplican cada semana de se vende o se renta a lo largo de toda la zona hotelera.
Esta puesta en escena que nos hemos montado a lo largo de los años, le resta sin la menor duda competitividad al destino que en teoría es el número uno de México y Latinoamérica.
Cuando he comentado y discutido el tema en charlas de café o en pequeños grupos, siempre sale algún defensor de la publicidad espectacular, de los anuncios o letreros esgrimiendo el argumento de que es necesaria para los negocios en virtud de la enorme competencia, y de que la dificultad para hacer negocios ha aumentado y por lo tanto es necesario hacerse notar de alguna manera. Personalmente pienso y estoy convencido de que eso es falso. Primero porque hoy para ser exitosos en el negocio turístico, lo que hay que hacer es desarrollar producto, no incrementar la promoción. Muchas veces he dicho que la promoción no solventa por si sola la deficiencias de un producto obsoleto que no responda a las nuevas tendencias de la demanda. Hoy es necesario innovar, recurrir a nuevas tecnologías, apostar por el internet, las redes sociales y de manera muy importante, por la Calidad Total tanto en el servicio como en los procesos. A los Restaurantes que les va muy bien, a pesar del concepto todo incluido que está en discusión, les va bien porque hacen bien las cosas, son atractivos, innovadores, vanguardistas y apuestan por la calidad. A los que les va mal, creen equivocadamente que poniendo lonas y haciendo promociones 2x1, podrán subsistir en medio de la actual competencia. Bajar precios tampoco es la solución y de eso ya hablaremos en otro espacio.
Por otra parte mucha de esa publicidad con terribles diseños tampoco motiva a comprar. No es cierto que alguien que vea un anuncio publicitario salga corriendo a comprar determinado producto. Vean mis ocho lectores los anuncios espectaculares de la carretera por ejemplo y observarán en muchos de ellos minúsculas letritas que son imposibles de leer para quien va conduciendo un auto. Hay un espectacular de ropa interior a la entrada de Cancún llegando por el aeropuerto, ¿usted cree que le genere ventas al anunciante,? yo lo dudo.
Hay ciudades turísticas y otras no tanto, que han eliminado la publicidad, hay ciudades que se ven hermosas por su limpieza y porque no existe en ellas contaminación visual y son esos modelos los que deberíamos imitar. Si el curioso lector tiene dudas o quiere más información, me puede escribir con confianza, tengo muchas imágenes al respecto y mucha información que estoy dispuesto a compartir con gusto en beneficio de nuestros destinos turísticos.
Si esta iniciativa que hemos emprendido en beneficio de Cancún, tiene éxito y logramos limpiar la zona hotelera, deberíamos continuar con el centro de la ciudad, con la carretera federal Cancún-Tulum y eventualmente con Playa del Carmen, que tristemente está también ya contaminada.
Si eres empresario anunciante, se consciente, se congruente y se valiente, retira tu publicidad, le harás un bien a tu ciudad.
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