Estoy
convencido, de que en los años que me quedan por vivir,
no será posible que vea y disfrute al México
que sueño, con desarrollo, con infraestructura, con
gente educada, sin corrupción, con una economía
pujante y próspera y en el que casi no exista la pobreza,
la marginación y la injusticia. Se que eso no será
posible, al menos en mi tiempo, porque para que ello suceda,
sería imprescindible que se hicieran hoy las grandes
reformas estructurales que el país requiere.
Las
grandes reformas de fondo a la educación en primer
lugar, la reforma energética, la gran reforma del Estado,
la reforma política y la hacendaria tendrían
que darse hoy para que podamos ver un nuevo México
dentro de dos generaciones.
Uno
de los grandes rezagos de nuestro querido país es en
educación, somos tristemente una nación con
bajísimo nivel de educación, con mucha ignorancia,
con escasa cultura general, producto de muchos años
de abandono en este tema. Malas y pobres escuelas públicas,
peores maestros y tremendamente malas prácticas, y
lo peor de todo es que existe tremenda resistencia al cambio,
producto de casi un siglo de prebendas, favores, sindicalismo
desviado y corrupción.
Si
todo eso se revirtiera el día de hoy, dentro de veinticinco
años veríamos a los primeros Universitarios
mexicanos egresados de un sistema educativo de calidad, dispuestos
a trabajar y ser productivos en otro entorno.
Tendrían
que implementarse hoy las grandes reformas en la política,
algunas de ellas propuestas ya por el Presidente Calderón;
tendría que darse la gran reforma del Estado, para
que dentro de unos años viéramos otro escenario
político, tendría que sumarse todo ello en la
actualidad, en el 2011, para que México sea otro en
50 años.
Por
eso le cuento, lector querido, que mis ojos no lo verán,
y es fácil afirmarlo ya que nuestros actuales congresistas
no tienen nada de lo descrito en mente; las grandes reformas
no figuran siquiera en su agenda; ni los diputados, ni los
senadores ni ninguno de los Gobernadores de los Estados están
pensando en ello, porque simplemente no les interesa. Para
que querría alguno de ellos cambiar el status quo,
si su actual vida es próspera y tienen garantizado
el sustento y el de sus herederos por generaciones ¿?
Para qué ?
Para que meterse en un desgastante
debate, que a ellos simplemente no les redituará beneficios
políticos en el corto plazo. Para que si sus hijos
ya viven en otro México, aunque éste a veces
sea allende las fronteras, para qué ?
Sueño
sin embargo; sueño con un México que con suerte
habrán de ver parcialmente mis nietos y con toda seguridad
mis bisnietos, y trabajo con esfuerzo y con tesón cada
día por construir la pequeña parte que a mi,
como Mexicano me toca.
Trabajo
duro y con ilusión por cambiar las cosas que si puedo
y en las que tengo alguna incidencia y trato de dejar una
huella positiva por donde voy, quizá no siempre lo
logre, pero les juro que lo intento. Educo a mi hijos con
pasión, pero sobretodo con amor y les vendo lo mejor
que puedo la hermosura de mi País.
Amo
a México, a su música, a sus paisajes, a su
comida y a su gente, a la gente buena claro, a la que trabaja
con pasión, a la que se compromete, a la que pone el
ejemplo, a los líderes y a los soñadores como
yo.
No
me voy a ir de México, porque no puedo y porque no
quiero, así que tengo las siguientes tareas enfrente;
aceptar a mi País como es y tratar de promover los
cambios que estén a mi alcance. Entender que la agenda
de los políticos no tiene nada que ver con la mía,
pero que sus decisiones me afectan a mí y todos los
que me rodean, así que voy a tratar de influir en sus
decisiones; hay que tratar de participar en política
de alguna manera, porque las decisiones que ellos toman son
las que definen el rumbo de todos los demás.
He
convencido a mis hijos de que la educación es lo más
importante, ahora tengo que convencerlos de que me ayuden
a convencer a otros. Seguiré haciendo esfuerzos por
la capacitación y por la lectura, hasta que se me agote
la energía, que espero sea dentro de mucho tiempo.
Por
otra parte seguiré también esforzándome
por mantener un ritmo que en las nuevas tendencias llaman
el slow down, si me permiten el anglicismo y la
slow food; preservaré con pasión
mis hábitos por la buena mesa, por almorzar con la
familia y por tomarme las tardes siempre que sea posible.
Si
he de vivir en este País, que sea lo más a gusto
posible, comiendo lo mejor que se pueda, tomando los mejores
vinos que estén a mi alcance y siempre con la dulce
compañía de la mujer que amo.n
En
fin, soñemos con otro México y hagamos lo que
esté de nuestra parte por cambiarlo, por lo pronto,
empecemos el camino para erradicar la corrupción. Si
ves o sabes de un corrupto, señálalo, acúsalo
y por favor no te le sumes.
Prometo
empezar a contarles pronto acerca de algunos vinos tintos
.
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