Llegó
a mis manos un excelente disco compacto, de un maravilloso jazzista
mexicano, Héctor Infanzón, quien ha conformado un
trío que sin lugar a dudas esta a la altura de los mejores
Jazzistas del mundo.
Su album "Citadino", obsequio de una apreciada amiga,
es un homenaje al centro de la Ciudad de México, lugar en
donde nació y creció Infanzón quien rinde culto
a los aromas, sabores y sonidos de la gran ciudad a través
de una especial y única colección de piezas de Jazz
de una excepcional manufactura.
Hay mucho talento en cada creación, pero sobretodo se percibe
el profesionalismo y entrega de los músicos y de manera especial
el cariño por la Ciudad de México y sus rincones.
Cada pieza va acompañada de lo que Infanzón ha llamado
"escenas", que preceden a cada creación y que reproducen
sonidos entrañables y únicos de la Ciudad como el
de los organilleros, los vendedores de mercado, los automovilistas,
el camotero, el afilador y muchos otros. Antonio Malacara escribe
para el album parte de la literatura que lo acompaña y dice
que gracias a la maestría innata de Héctor Infanzón,
"la suma de todos nuestros recuerdos se convierte en obra de
arte, y Citadino, antes de aparecer en el mercado, aparece ya ante
nosotros como un nuevo clásico del jazz en México".
Infanzón ha recogido sonoridades que le dejaron huella, según
sus palabras, y las ha convertido en lo que para él es musicalmente
la gran Ciudad de México, incorporando sonidos ya tradicionales
y que le dan esa identidad tan particular.
Me ha llamado poderosamente la atención un párrafo
del propio Infanzón en su disco, en el que refiere que es
a todo esto a lo que llamamos Mexicanidad y que resulta tan difícil
de describir, y coincido plenamente con él, razón
por la cual he dedicado este espacio al tema.
Siempre que pensamos en el significado de la mexicanidad, seguramente
vienen a nuestra mente nuestras raíces folclóricas.
Seguramente pensamos en tequila, en mariachis, en mole poblano,
en bailes tradicionales, en trajes típicos y en muchos otros
legados de los que estamos orgullosos sin duda. Pero la mexicanidad
es mucho más que eso, esta no se reduce al folclor, sino
que incluye nuestra única y muy particular forma de ser mexicanos.
Nos reconocemos cuando nos vemos en otra parte del mundo, nuestro
estilo es inconfundible, para nosotros mismos claro, pero sabemos
y entendemos muy bien como se comporta un paisano.
Pero la mexicanidad es también nuestro orgullo de lo que
nuestras ciudades son en esencia con sus ruidos, colores, aromas
y sabores, y sin duda conforman también la mexicanidad aquellos
avances de los que podemos estar orgullosos.
Razón fundamental de escribir estas líneas y relacionarlas
con el arte de Infanzón es contarle a usted curioso lector,
esta anécdota:
Hace un par de años discutí con un buen amigo, respecto
de una muy trillada frase, utilizada por muchos al referirse a Cancún,
"esto no es México"
Ah Caray, cómo que no ¿?... He escuchado esa fracesita
mil veces, para decirle a un turista, amigo o visitante, que para
conocer México de verdad tiene que adentrarse en él,
que tiene que conocer Puebla, el mole, Jalisco, los mariachis y
desde luego la capital de la antigua Tenochtitlán y sus herederos,
los nunca bien ponderados chilangos, pero que definitivamente "esto"
NO es México, refiriéndose a Cancún. Y yo me
pregunto siempre que escucho eso, ¿y entonces esto que es,
Singapur?... y algunos me dirán, pues Miami !!, pero no amigos
esto también es México y con mucho orgullo, y lo construimos
nada más y nada menos que nosotros con nuestras manitas.
Lo que ocurre querido lector, es que si no huele a tacos y no está
"folclórico" no nos parece México, pero
nuestro País también es modernidad y avance, también
es turismo, turismo de altura y vanguardista como Cancún,
La Riviera Maya o Los Cabos, también es hotelería
del mejor nivel del mundo, gastronomía sofisticada, comida
fusión, cavas dedicadas solo a los vinos mexicanos como la
de Xcaret, y desde luego también es mar azul turquesa y playas
caribeñas, porque México también es Caribe.
Así que los que tenemos la dicha de vivir en el Caribe Mexicano
podemos decir con orgullo que este, es parte de nuestra mexicanidad;
no diga usted por favor en adelante que "esto" no es México,
claro que es !!...
Por ello hago eco de las palabras del maestro Héctor Infanzón,
que al referirse a la Ciudad de México y sus tradiciones,
sus contrastes, su modernidad y sus valores mismos que ha traducido
magistralmente en música, hace referencia a la llamada mexicanidad
tan difícil de describir.
Saludo a Héctor Infanzón y a su excelente propuesta
jazzistica, a mi amiga Ana Mari, cancunense de corazón quien
me regalara tan maravilloso disco y a todos los que si crean que
el Caribe Mexicano es mexicanidad pura…
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