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| Al
Buen Entendedor ... |
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"La
Laguna Miramar, zona Zapatista"
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Cancún,
Q.Roo., 3 de Marzo de 2009
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De
último momento, antes de iniciar la expedición por
la Ruta Maya que lideraba Gonzalo Arcila, el Subsecretario me pidió
como favor que se incluyeran dos puntos más que no estaban
en el plan de ruta original, la laguna Miramar al sur de la Ruta,
entre el embarcadero Las Nubes y los Lagos de Montebello, y el Lago
Pojoj, justo en los Lagos de Montebello, sujetas ambas inspecciones
de las decisiones que por tiempo y accesibilidad tomara Gonzalo
Arcila sobre la marcha. Accedimos.
Cargada
la camioneta con las maletas tipo campamento, desayunamos en Palenque
donde despedí a Gonzalo y sus jóvenes asistentes,
yo volaba de regreso a Cancún, el iniciaba su recorrido el
8 de junio de 2005.
Este
es el relato que Gonzalo me hiciera de la visita a Miramar :
"Salimos
de Guacamayas por la mañana temprano, había que visitar
en el camino, los Centros Turísticos de Ixcan y Las Nubes,
y si había tiempo, queríamos llegar el mismo día
hasta las Cascadas de Chiflón. En el camino sin embargo,
como había dicho el subsecretario estaba el acceso a la Laguna
Miramar. Pequeño letrero en la carretera fronteriza y a la
derecha la vereda angosta de terracería que conducía
a Miramar. Llegamos hasta donde no había más acceso
para la camioneta, unos veinte minutos desde la carretera.
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y
ahora que hacemos ?, pregunté a los muchachos, que seguían viendo
con recelo la escala en esta comunidad. |
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| Se encogieron
de hombres y alguno dijo: |
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| en la cercanía
se veían los caballos pastando y cerca debía estar su dueño. |
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Me aproximé, los muchachos caminando atrás de mí. |
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Buenas…,
oiga, voy para Miramar, ¿cómo llego ? |
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| Silencios, y
respuestas que se tardan en llegar con miradas esquivas de por medio
son actitudes típicas en muchas comunidades del sureste mexicano. |
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pus, por aquí -señalando el camino- a caballo es como media
hora, dijo el que parecía dueño de los caballos, moreno muy
oscuro, sombrero de paja, sandalias, camisa a medio abotonar
que alguna vez fue blanca, pantalones negros la valenciana enrollada
hasta debajo de la rodilla. |
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| y a cómo los
caballos ? |
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| Me vió de arriba
abajo, revisó también a mis acompañantes, luego miró al suelo de tierra
negra como buscando la respuesta en él y dijo: |
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| mis acompañantes
respondieron antes que yo: |
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Nosotros no vamos Gonzalo, mejor aquí te esperamos… |
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| Después del silencio,
dije a mi proveedor: uno solo... |
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Flaco
el caballo, bien ensillado, me dirigí con las indicaciones que me
diera quien me lo rentó, hacia la Laguna Miramar.
Hube de pasar por potreros, chiqueros, intenso olor a estiércol,
algunas milpas y empecé a bordear la Laguna. Bonita sí, aunque nada
espectacular, rodeada de árboles y de la intensa vegetación tropical
de esta zona de Chiapas. Había cabalgado 50 minutos a paso lento.
A la distancia observé un grupo de lo que parecían campesinos, con
vestimentas similares a la de mi proveedor de transporte, provistos
todos de machete en mano, unos 7 u 8 hombres detrás de quien parecía
el líder.
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| Buenas, grité
a la distancia. |
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Usté es el señor que viene de Turismo…? Me cuestionó el líder. |
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| Pensé por unos
instantes mi respuesta, parecía que me esperaban. |
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Si bueno, titubeando un poco, mientras me seguía acercando
en el caballo y él jefe a mí. |
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| Venimos de parte
de la Secretaría para conocer su lugar y tomar unas fotos. |
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| El jefe dio instrucciones: |
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agárrenle el caballo al licenciado, pa´que platiquemos. |
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Al
apearme, ya dos subordinados del Jefe, tenían las riendas y al levantar
la vista el líder estaba ya frente a mí sosteniendo el machete por
el mango y golpeando levemente la hoja sobre la palma de la otra
mano.
Lo saludé y me presenté y le conté con palabras sencillas del recorrido
que veníamos haciendo para conocer el potencial turístico de la
zona.
Mientras hablábamos los ayudantes se llevaron mi caballo, no miré
hacia atrás, pero sentí que no estaban cerca. El jefe dijo, siempre
con su machete amenazador sostenido a la altura del abdomen:
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Mire, dígale al Gobernador, que lo que nosotros queremos son
unas cabañas |
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| Cabañas
de que tipo, pregunté |
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Pus pa Turistas. Ya las hemos pedido, hasta fuimos a Tuxtla
y nos dijeron que vendrían a revisar. Lo mandaron a usté pues,
sepa entonces que es lo que queremos. Continuó hablando. |
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Ya
vio que esta bonito aquí no ?, tenemos la laguna, se ve el atardecer,
hay pájaros, tenemos caballos, lo que no tenemos como les han
dado a otros, son las cabañas. |
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Me
quería ir, el Jefe me intimidaba con su machete, pero sabía que
mi caballo no vendría sin una instrucción de el y que tenía que
salir bien librado de aquella situación, sudaba.
Conociendo a Gonzalo Arcila, como lo conozco y sabiendo lo cuidadoso
que es siempre al hablar, siempre cuidando las formas, con un estilo
que utilizan los mejores políticos, sin serlo, trata siempre de
mediar, sin perder la compostura, respetuoso como es, puedo imaginarlo
hablando con aquel Jefe, tratando al mismo tiempo que explicaba,
de ganarse su "amistad".
- Usted no se preocupe, amigo que yo me encargo de que el Señor
Secretario de Turismo reciba su mensaje y de que en cuanto pueda
programe un viaje para acá, cómo la ve ¿?
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Muy bien don Gonzalo, y por acá lo esperamos a usté también.
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Ese
fue el diálogo final luego de una larga charla al mejor estilo de
Chalo, como le decimos los amigos.
El machete ya desmayado hasta rozar con la punta la tierra, los
compañeros del jefe nos rodeaban y aclarados los puntos de la negociación,
el Jefe dio una orden:
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Traigan el caballo de Don Gonzalo, que ya tiene prisa !! |
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Me
quedaba claro lo que iba a escribir en el Diagnóstico…
" Con unos tequilas en Tuxtla Gutiérrez, luego de nuestro éxito
al presentar el Diagnóstico al Secretario de Turismo a fines de
Junio, Gonzalo me contó la historia, que acompañada de otras tantas
y de los repetidos tequilas, nos hicieron reír hasta bien entrada
la noche.
Texto del libro "Chiapas, Nuestra África", de este servidor.
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