Sin duda hay que destacar entre lo positivo el discurso del Presidente Peña Nieto y sobretodo por un detalle en especial, fue el único de los oradores en la comida de inauguración que agradeció la presencia de los mayoristas y compradores internacionales. A los demás se les olvidó, porque estaban muy preocupados en agradar al Presidente.
Si bien en mi entrega anterior compartía con mis ocho lectores el desastre de organización de esa comida, hay que reconocer que el Presidente se empleó a fondo en un buen discurso con enfoque turístico.
Bien también el discurso de Pablo Azcárraga en nombre del CNET (Consejo Nacional Empresarial Turístico), que incluyó cinco propuestas concretas que fueron bien aplaudidas, ojalá las pudiéramos tener.
Hasta ahí, lo demás como ya dije fue un desastre.
Positivo también la participación comprometida de los empresarios turísticos, que aún a sabiendas de que podría no ser un Tianguis exitoso, asistieron y participaron comprometidamente.
Ahí estaban el Ing. José Chapur, el Arq. Carlos Constandse, Alex Zozaya, representando a sus grupos; la enorme presencia de Best Day, de Lomas Travel y de muchos grupos hoteleros y agencias de viajes que hicieron el esfuerzo una vez más por estar presentes demostrando no sólo interés en el negocio turístico sino solidaridad.
Destaco entre ellos al Grupo Oasis Resorts, que no sólo asistió al Tianguis comandado por Pedro Pueyo en persona, sino que amenizó y entretuvo con su elenco artístico durante las citas de negocios y que nos ofreció un tremendo espectáculo en el Cocktail de Quintana Roo, demostrando una vez más vanguardia en la escena, profesionalismo y desde luego espíritu de equipo, Felicidades!!
Positivo el diseño de los Stands, probablemente de los mejores que hayamos visto; el de Guerrero hacía alarde de buen diseño arquitectónico, colores y texturas dignos de fotografía; así también otros estados de la República, cadenas hoteleras y muchas empresas mostraron buenos diseños, y desde luego el de Caribe Mexicano con sobriedad y elegancia, bien diseñado para las citas de trabajo con una enorme pantalla que mostraba las riquezas de nuestro destino. Me gustó el Tianguis en ese sentido.
Como siempre de lo mejor en Acapulco son los restaurantes; buenos, variados, trendys, sofisticados, de mariscos o de carne, asiáticos o mexicanos, hay de todo y para todos, siempre con la posibilidad de esas inmejorables vistas panorámicas.
Lo más negativo de lo negativo fue la poca asistencia de compradores de buen nivel.
Más allá de las siempre alegres cifras oficiales, que hablan de miles de citas, muchas de las cuales ni siquiera se concretan, lo cierto es que el Tianguis es cada vez más pobre en negocios y este fue así de manera notoria. Una cosa es el discurso e informe oficial de la Secretaria de Turismo, y otra cosa es lo que dicen de viva voz los asistentes.
La logística y organización en los Tianguis siempre deja mucho que desear, este no fue la excepción, situación lamentable sobretodo cuando se analiza lo que hay que pagar por asistir.
Creo que el Tianguis debería convertirse en un evento de Gobiernos de los Estados, Entes de promoción oficial y Stands de relaciones públicas de las empresas turísticas, para que asista el público consumidor; un Outlet de Viajes dirigido al gran público.
Negativo también el tema de la transportación. Por una parte los taxis de Acapulco son caros y malos, malísimos. Quizá estaban caros por que son pocas las ocasiones en que puedan llenar sus bolsillos, así que tomaron la oportunidad; dejadas de entre $150.00 y 200.00 pesos de sólo 5 a 10 minutos en la zona diamante, ni que decir si te desplazas a la Costera Miguel Alemán o al centro.
Taxis viejos, destartalados, sin aire acondicionado la mayoría, a excepción de los asignados al nuevo Foro y Resort Mundo Imperial, en donde si cuentan con una flotilla de autos nuevos.
Por otra parte la transportación oficial rotativa organizada por el CPTM, dejaba mucho que desear en tiempos y frecuencias; en nada se parecían los anuncios de salidas de transporte a lo que sucedía en la realidad.
De los hoteles, pues cada quien hablará según le fue en la feria, en general me parece que se acusa falta de mantenimiento y obsolescencia, con honrosas y contadas excepciones; las razones, de todos conocidas; ojalá cambie el futuro para el querido Acapulco, son mis deseos sinceros.
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