Recojo de más de un centenar de personas con las que hablé en el primer día, la molestia, el enfado, el descontento, por decir lo menos, por la tremenda perdida de tiempo y dinero que significó el primer día del Tianguis Turístico de México en su versión 40, en el lugar que lo vio nacer como se dijo romántica y repetidamente en los politiquísimos discursos inaugurales.
Y es que el problema es que todo gira en torno a la política y a la figura presidencial y no alrededor de los negocios turísticos como debería ser.
Resulta que había que apersonarse desde temprana hora en el recinto oficial a por un brazalete, para poder acceder a la dichosa comida con el Presidente de la República. Y es tan malo el CPTM; la empresa CREA, esa que desorganiza la parte comercial del Tianguis y tan estricto que cae en lo absurdo el cuerpo del Estado Mayor Presidencial, que nos han tenido a todos por horas bajo el rayo del sol en un estacionamiento desolado, sin toldos, sin sillas, sin algo refrescante que beber a los 30 grados que hay en Acapulco a la una del día.
Finalmente accedes al recinto en que serviría la pomposa comilona, para seguir esperando mientras el mandatario efectuaba el recorrido por los stands del Tianguis en solitario, bueno con su séquito y Gobernadores de turno pero sin presencia empresarial, vaya incongruencia.
Y mientras tanto, espera que te espera, tequilas van, tequilas vienen, botanitas para engañar al estómago y tremendos reflectores de luz blanca que hacían aún mas insoportable el calor acapulqueño.
Finalmente aparece Peña Nieto, Gobernadores, gabinete, séquito y toda la parafernalia; comida y discursos. No me detendré en ellos ni repararé en los detalles, no vale la pena.
Día perdido enteramente incluyendo los cientos de miles de dólares que los diversos empresarios turísticos de todo el País han invertido para estar aquí. Y al final espera que te espera, para poder salir del recinto, prácticamente secuestrados por más de una hora hasta que se marchara de las inmediaciones el Sr. Mandatario y su séquito.
Lo que quiero compartir con mis ocho lectores es la frustración de que se privilegie una vez y más y como siempre la política, los discursos y la imagen presidencial antes que los negocios. Y lo más grave, se soslaya la asistencia y presencia de los señores mayoristas, agentes de viajes y compradores de todo el mundo que vinieron a comprar México; a ellos se les sienta en la última fila, se les niega el acceso y se les relega como a cualquiera por que lo que se privilegia es el paso del Sr. Presidente de la República, que lamentable.
Están mal quienes organizan y convocan al no darse cuenta que el invitado de lujo es su majestad el comprador y no el Presidente de la República; están mal al enviar un mensaje de que primero es la política y luego los negocios (hoy perdimos un día, el Tianguis inicia hasta el martes).
Los prepotentes y groseros efectivos del Estado Mayor Presidencial que niegan accesos, poca culpa tienen, cumplen ordenes, lo que está mal es el sistema y la logística.
Y mal estamos, como dijera hoy un distinguido empresario, quienes además aplaudimos los discursos.
En fin, es México…
Ya les diré como avanza el Tianguis…
Como dice un compadre querido, que Dios Reparta Suerte !..
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