Primero, para comenzar, ¡ lo que nos cuestan a los mexicanos esta pandilla de sátrapas que descaradamente se sirven con la cuchara grande !
Sobra decir a quienes se refiere el escribano, pues los ocho lectores saben en demasía que estamos hartos de escuchar acerca del multimillonario derroche del que ya de manera cotidiana, sin ninguna vergüenza ni pudor hacen gala tanto políticos en funciones como suspirantes y desde luego los malsanos, antipatriotas e inservibles partidos políticos.
Me entristece que se anuncie que se cancelan importantes inversiones en infraestructura tan necesaria para mí País, ante la debacle económica disfrazada en parte de “contexto macro económico internacional”; pero más que entristecer, me enfurece cuando atestiguo como millones de mudos y pasivos ciudadanos, el tremendo, abusivo y absurdo financiamiento a los inservibles partidos políticos conformados por malignos personajes que sólo atienden a sus personalísimos intereses sin importarles en lo mínimo el bienestar de las familias mexicanas aunque medren groseramente con ese maquiavélico discurso.
Los miles de millones de pesos asignados a esas perversas instituciones; incluidos los mini partidillos conformados por familias y personajes que sólo viven como parásitos del presupuesto oficial; los cientos de millones que cuestan los procesos electorales en los que ya nadie cree ni por asomo; los millones que año con año, mes con mes, día con día nos cuestan los tan irremediables como ineficaces congresistas Plurinominales por los que nadie votó pero que ahí están, sumado a lo que cuestan los que si fueron “votados” pero mejor deberían ser botados por su insensibilidad; más el constante derroche de Gobiernos e Instituciones oficiales implican en su conjunto una inconmensurable, atroz, grosera y estrepitosa fortuna de miles y miles de millones de dólares que bien podrían destinarse a las obras y proyectos que hoy se cancelan, se ajustan o se aplazan por “insuficiencia presupuestaria”…
Nadie les cree, pero que hacemos ?.
Y Luego las mentiras.
Como si todos los mexicanos fuéramos tontos, como si violar la ley fuera permitido sólo a un grupo, como si México no importara nada, las nefastas instituciones llamadas partidos políticos arrancan sus campañas en medio del engaño.
Suponen que con indicar al final de sus mensajes mediáticos, que el mismo va dirigido sólo a su mediocre membresía, están cumpliendo con la ley, o mejor dicho que nos han hecho creer que si cumplen a cabalidad con la misma. Pero que insulto mas grande a la inteligencia.
Es tanto cómo si al inicio de sus mentirosos mensajes dijeran: “Si usted no es miembro de este partido político, favor de taparse los oídos o cerrar los ojos, este mensaje va dirigido sólo a nuestros religionarios”, y con ello el disciplinado lector o escucha se privaría de ellos y entonces no romperían la ley.
No sólo son tontos, son descarados, abusivos y mentirosos; que ofensa al electorado.
Y más allá de eso, ahora viene la esencia de sus mensajes, plagados de frases huecas, de promesas sin sentido, de ofrecimientos vanos que olvidarán apenas llegan a las sillas por las que suspiran en un total abandono y desprecio por el ciudadano que ahora tiene como único medio de desahogo las Redes Sociales a las que no deberían minimizar ni desairar los suspirantes y ocupantes pues estas tendrán cada vez más fuerza, más eco, más voracidad y una posibilidad cada vez más real y tangible de destronarlos, sino pregúntele a la millonaria actriz de telenovelas por su inmaculada casona.
Ninguna campaña es válida, ni lógica, ni creíble.
Todos los candidatos mienten, nadie les cree, pero que hacemos…?
Y por si fuera poco, Los Pluris…
Poco o nada ha importado a Políticos, funcionarios, congresistas y partidillos, el generalizado reclamo de la sociedad y las más de cinco millones de firmas recabadas por Pedro Ferriz y su Revolución del Intelecto, para erradicar a los diputados y senadores de representación proporcional, los llamados plurinominales. Esos que no se ensuciaron los zapatos haciendo campaña, esos por los que nadie votó, esos que nadie quiere (más que sus padrinos políticos), pero que ahí están en una curul, cobrando, viviendo del erario, sangrando a México y declarando descaradamente como si realmente fueran representantes populares.
Es el colmo del abuso, del hartazgo mexicano, del retroceso y de la debacle de un sistema político “renovado”, con el viejísimo “nuevo pri”, el adormilado y confuso pan, el corrupto e incongruente prd, los míticos morenos, los ignorantes verdes y la gama de sabandijas de minúsculos partidillos de poca monta, pero que también cobran; es el colmo por decir lo menos.
Hablo por muchos y sin duda me quedo corto, pero y que más hacemos…?
Cualquier comentario con esta columna que aspira a un México sin políticos y sin gobierno, favor de dirigirlo a: sgrubiera@acticonsultores.com
Se reciben trompetillas y mentadas también…